Efectos del clima frío en piel seca
Durante la temporada invernal, los vasos capilares presentes en el cutis se contraen, impidiendo que el oxígeno y los nutrientes lleguen adecuadamente a la dermis. Además, las células muertas tienden a acumularse en mayor medida, generando una sensación tirante y áspera.
Por otra parte, en esta estación del año, hay una ausencia de humedad, lo cual propicia la resequedad, el enrojecimiento y la descamación. Todas estas consecuencias pueden ser más percetibles en la piel seca, por lo que ésta requiere aún más cuidados durante dicha temporada.
Cuidado de piel seca en invierno
Existen diversas formas de proteger la piel mientras las temperaturas bajas prevalecen. Tomá nota:
Cuidado durante la limpieza: es momento de buscar fórmulas con ceramidas, ácido hialurónico y otros ingredientes hidratantes. Así mantendrás la piel limpia mientras previenes la resequedad. Evitá usar agua muy caliente, lo mejor es utilizarla tibia.
Hidrata constantemente: no temas hidratar la piel más de dos veces al día. Es importante que la escuchés para así entender sus necesidades. Si manifiestas picazón o una sensación tirante, aplicá un producto que retenga la humedad.
Usá fórmulas específicas: buscá bálsamos que restauren y calmen el cutis, como Lipikar Baume AP+M de La Roche-Posay, que es ideal para pieles con tendencia a la dermatitis atópica y la resequedad. Sus componentes combaten molestias comunes de la sensibilidad mientras reequilibran el microbioma natural.
Cubre tu piel: al estar en el exterior, procurá resguardar tu piel con prendas abrigadoras, preferentemente de algodón. Así sufrirás en menor medida el impacto del frío, además de que prevendrás los daños provocados por la radiación UV.